“Esta colección de ladrillos me fue entregada por Steve Jones, quien fuera asistente de Carl Andre durante más de ocho años (1978-1986). Lo conocí por casualidad en el Tempo Bar en Nueva York. Accedí a traer de vuelta esta colección de ladrillos al Reino Unido por Steve. Para hacerlo, tuve que dejar todos los libros que había comprado en Strand (36kg) en su casa. Es por eso que para mí no son ladrillos, sino libros que todavía no he leído”.